“Pueblo a pueblo, hacemos más fuerte el trabajo en la producción sana de alimentos”

Autor: tomedes

  • “Pueblo a pueblo, hacemos más fuerte el trabajo en la producción sana de alimentos”

    “Pueblo a pueblo, hacemos más fuerte el trabajo en la producción sana de alimentos”

    Caracas, 3 de diciembre de 2025.- “Cuando el Comandante Chávez afirmó ‘Comuna o nada’, nos estaba entregando la respuesta: el pueblo, organizado en comunas, tiene la capacidad de proyectarse hasta los espacios más amplios e infinitos”. Así lo dijo Laura Lorenzo, coordinadora nacional del Plan Venezolano de Producción Comunitaria de Alimentos Pueblo a Pueblo, al recordar que este proyecto se ha convertido en una experiencia concreta de articulación entre campo y ciudad.

    Durante su participación en el programa radial “En clave comunal”, Lorenzo explicó que Pueblo a Pueblo nació en Carache (estado Trujillo) en 2015, inspirado en el legado de las luchas campesinas de los años sesenta y en la organización popular que ya se expresaba en la Comuna Chávez y Bolívar.

    Contó que desde allí comenzó a tejerse una red que enlazó territorios productivos rurales con comunas urbanas como El Panal 2021 y Amalivaca, ambas ubicadas en Caracas, y las mujeres organizadas de San Agustín del Sur. La lógica: acortar la distancia entre campo y ciudad, reconocerse como un solo sujeto y planificar la producción de acuerdo con las necesidades de consumo de las comunidades rurales y urbanas.

    Laura Lorenzo, quien es integrante de la Comuna Chávez y Bolívar, relató que en sus primeros cinco años de trabajo, antes de la pandemia, el plan logró distribuir más de 4,5 millones de kilos de alimentos —frutas, verduras, hortalizas, maíz y azúcar— en 251 jornadas semanales de abastecimiento comunal, atendiendo directamente a más de 300 familias. La experiencia se consolidó como respuesta a la guerra económica, generando puntos de abastecimiento alternativos y extendiendo su alcance hacia las escuelas. Desde 2018, y con mayor intensidad a partir de 2022 tras un encuentro con el presidente Nicolás Maduro, Pueblo a Pueblo atiende mensualmente a más de 100 000 niños, niñas y adolescentes en el Distrito Capital y otras ocho entidades del país, garantizando el suministro de 100 toneladas de alimentos frescos.

    Precisó que el plan Pueblo a Pueblo se sostiene fruto de la participación directa de las familias campesinas organizadas. “Aproximadamente, tenemos 450 familias campesinas que, dependiendo del ciclo productivo, aportan su producción a estos espacios”, explicó.

    La coordinadora nacional agregó que a este esfuerzo se suman las familias pescadoras del estado Sucre, quienes han fortalecido la distribución de alimentos en las comunidades. “Estamos trabajando con 20 compas de San Miguel Maconta y de Yaguaraparo que están aportando el pescado que se está distribuyendo en este momento”, señaló.

    La lucha por un “suelo vivo”

    En el desarrollo del plan Pueblo a Pueblo, la ingeniera agrónoma Laura Lorenzo destacó que uno de los aspectos más importantes ha sido el acompañamiento permanente a las comunidades y el intercambio de saberes.

    Expuso que este proceso busca contrarrestar la lógica de la agricultura “moderna”, que tiende a separar a la gente de la tierra y a imponer prácticas sintéticas y transgénicas que deterioran los suelos. “Esas prácticas están desangrando la tierra porque lo que están haciendo es dejándonos sin tierra”, advirtió.

    Subrayó que el debate productivo se centra en cómo abandonar el uso de agroquímicos —a los que llamó venenos— y recuperar la relación ancestral de cuidado con la tierra.

    Para enfrentar este desafío, el movimiento ha impulsado talleres, asambleas y reuniones en los territorios, además de iniciativas concretas como la creación de biofábricas. Dijo que estos espacios permiten a las familias campesinas producir insumos para la siembra, incluidas las semillas, reduciendo la dependencia de marcas comerciales y de importaciones.

    En conversa con la periodista Nerliny Carucí, Laura Lorenzo resaltó que actualmente hay productores en Caracas que están sembrando con semillas propias de cilantro, cebollín y ajo porro, rubros que tradicionalmente dependen de semillas extranjeras.

    La barquisimetana se refirió también a las alianzas con organizaciones campesinas de otras regiones, como los Productores Integrales del Páramo (PROINPA), cuyo trabajo en la producción de semillas de papa y otros cultivos fue reconocido este año por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

    “Pueblo a Pueblo está enmarcado en cómo hacemos más fuerte el trabajo en la producción sana de alimentos, reconociendo el papel de la tierra y que la tierra es un ente vivo. Por eso tenemos nuestro lema de ‘suelo vivo’, y es eso lo que tenemos que cuidar para garantizar la producción de alimentos en este momento y para las futuras generaciones”, afirmó Lorenzo.

    Ruralizar la ciudad

    Para Laura Lorenzo, el reto de Pueblo a Pueblo no se limita a producir alimentos, sino a transformar los imaginarios heredados de la llamada _revolución verde_, que separaron a la población urbana de la madre tierra y de la vida del campo, donde se cultivan los alimentos.

    “Aquí es muy importante el intercambio que hay, el intercambio que tiene que haber de saberes, para ir deslastrándonos de toda esa información que nos han venido metiendo desde hace mucho tiempo”, explicó.

    La comunera señaló que ese acercamiento se concreta cuando las comunas urbanas visitan los espacios productivos en Carache (Trujillo), Sucre, Yaracuy o Lara, y reconocen los lugares dónde se cultivan el tomate, la papa o la cebolla, visibilizando el papel de las familias campesinas que históricamente han sido invisibilizadas.

    Apuntó que a partir de ese contacto, las comunidades urbanas descubren que también pueden sembrar en sus propios espacios, incluso en las escuelas, donde se desarrollan iniciativas como los Conucos Escolares Carlos Lanz, impulsados por el Ministerio de Educación de Venezuela. Indicó que allí los niños producen cebollín, ají y otros rubros que necesitan para hacer los aliños.

    Lorenzo recordó que la pandemia fue un momento clave para resignificar la producción, cuando muchas familias se dieron cuenta de la importancia de volver al campo y producir alimentos básicos como huevos, carne de cerdo o conejo, además de hortalizas. “La principal herramienta que hemos tenido como plan es el acercamiento, que la gente conozca, que se conozcan las familias campesinas y las familias que consumen”, afirmó.

    De acuerdo con Laura Lorenzo, el intercambio de saberes entre el campo y la ciudad es la clave para eliminar las distancias entre ellos y consolidar la idea de que todos tienen la capacidad de producir alimentos.

    Aprendizajes junto al pueblo

    Laura Lorenzo manifestó que los aprendizajes más valiosos de estos diez años de Pueblo a Pueblo provienen directamente de la gente. Recordó que su formación académica estaba orientada a atender grandes empresas y terratenientes, pero fue el contacto con las comunidades lo que le enseñó el verdadero sentido de sembrar.

    “Con mucha humildad, aprendí de la comunidad, al igual que varios compañeros que integramos el plan. Aunque tuvimos la oportunidad de asistir a una universidad, reconocemos que quien verdaderamente nos graduó fue nuestro pueblo. Un pueblo humilde —y digo humilde, porque lo es en esencia—, por cuanto sabe compartir sus conocimientos”, afirmó.

    Enfatizó la capacidad de las familias campesinas para planificar una siembra en minutos, a partir del conocimiento que tienen sobre los ciclos de la madre tierra. “Yo creo que uno de los momentos que más orgullo nos da de tener este contacto directo es cuando te sientas a planificar una siembra y llega uno de nuestros compañeros campesinos: en apenas quince minutos te elabora todo lo que a nosotros, como ingenieros, nos tomaría buscar información, revisar y consultar libros. Ellos lo hacen en quince minutos”, subrayó.

    Para Lorenzo, esa sabiduría práctica ha sido fundamental para sostener el plan frente a la agresión del imperialismo occidental contra el país. “Los pueblos se mantienen, los pueblos resisten. Y nuestro pueblo, independientemente de toda esa guerra, sigue sembrando”, destacó.

    La comunera relató que, pese a los problemas con el combustible o las semillas (como consecuencia de los efectos de la agresión imperialista contra Venezuela), las comunidades siempre han encontrado soluciones. Esa capacidad de resolver y de mantener la producción ha sido clave para enfrentar la propaganda y las adversidades.

    “Cuando aquí nos escondieron los alimentos, cuando la gente tenía que hacer cola y no había harina precocida, ni pasta, ni arroz, estaba entonces la auyama, la papa, la zanahoria, la yuca. O sea, estaba nuestro pueblo produciendo”, evocó.

    Laura Lorenzo aseguró que esa resistencia productiva es la mayor enseñanza de un pueblo que garantiza la continuidad de la vida y la soberanía alimentaria.

    Cultivos y producción comunitaria

    En su balance, Laura Lorenzo detalló la diversidad de alimentos que se producen actualmente bajo el plan Pueblo a Pueblo en distintos territorios del país. En el estado Mérida, específicamente en Santo Domingo, se cultivan zanahoria, papa, remolacha, cebolla, cebollín y cilantro. En Barinitas, en el municipio Bolívar, estado Barinas, la producción se centra en el plátano y se articula con la atención de las escuelas, integrando el trabajo productivo con la formación educativa.

    En Portuguesa, la Comuna Chiriguare en Ospino impulsa la siembra de topocho, plátano y yuca, mientras que en Lara la producción se extiende por los municipios Jiménez, Morán e Iribarren, con rubros como cambur, cebolla, calabacín, pepino, remolacha, cebollín y apio España.

    La coordinadora nacional del Plan Pueblo a Pueblo resaltó también el trabajo en Yaracuy, en el municipio Veroes, considerado cuna afrodescendiente, donde se producen plátano, auyama y yuca. En Anzoátegui, el municipio Anaco ha activado la producción de maíz y hortalizas como calabacín y pepino. En Sucre, el plan se desarrolla en la zona costera de Cruz Salmerón Acosta y Yaguaraparo, con camarones y pesca artesanal, además de experiencias en Carúpano con pescadores/as organizados/as.

    “También hemos tenido un contacto productivo en el estado Cojedes, donde la gente está produciendo. Allí destacan cultivos de melón, yuca y apio; en fin, todo ese esfuerzo productivo que enlaza la zona cercana del llano con la parte central, y que se trabaja junto a los compañeros de la región”, dijo.

    En Caracas, se cultivan hortalizas como cebollín, apio España, ajo porro, tomate, pepino y calabacín.

    Laura Lorenzo agregó que, en el Distrito Capital, Pueblo a Pueblo trabaja en la Cota 905 atendiendo escuelas y proyectando la recuperación de zonas forestales y siembra junto a la Comuna Soberanía y Libertad. También se articulan iniciativas con la Comuna Sueño de Zamora en la parroquia El Valle, con la Radio Negro Primero en la parroquia Altagracia, donde se realizan intercambios de saberes.

    El agua como derecho humano

    Para Laura Lorenzo, coordinadora nacional del Plan Pueblo a Pueblo, el debate sobre el agua ocupa un lugar importante en las discusiones de este movimiento. Refirió que ya se han realizado tres conversatorios —en la Cota 905, en la parroquia La Vega y en San Agustín del Sur— donde se aborda el agua como un derecho humano y no como un negocio. “Para los grandes consorcios internacionales, el agua es un negocio: no es un derecho humano”, advirtió.

    Explicó que, junto a compañeros del Instituto Nacional de Parques (Inparques), se han impulsado actividades para proteger las zonas de amortiguación en los parques nacionales, donde nacen ríos y montañas vitales para el abastecimiento. Con acciones de reforestación y cuidado comunitario, señaló que Venezuela aún está a tiempo de evitar el escenario que ya viven otros países, donde el agua se comercializa como un bien de lujo.

    “Aquí en Venezuela todavía estamos a tiempo de detener esos procesos de destrucción, en especial los originados por la deforestación y por el mal cuidado que algunos conglomerados humanos han tenido con el agua, producto de los imaginarios modernos. Precisamente porque estamos a tiempo, podemos revertir los daños que ya se han iniciado en lo que respecta al recurso hídrico. Y, por supuesto, debemos garantizar que nuestras comunidades campesinas, así como las que habitan en urbanizaciones y zonas urbanas, tengan acceso al agua. El agua es un derecho humano”, declaró.

    En su meditación, Laura Lorenzo reafirmó que el agua es un elemento esencial para la vida y para la producción de alimentos, por lo que ocupa un lugar central en las discusiones de las comunas. “Sin agua nosotros no podemos vivir, ni producir alimentos”, afirmó.

    Ilustró que en varios proyectos se ha incorporado la práctica de la siembra de agua, a través de la reforestación de las orillas de los ríos y la plantación de frutales como el aguacate, acciones que ayudan a preservar las fuentes de agua.

    Acentúo la importancia de reflexionar sobre cómo los sistemas productivos inciden en el uso del agua y la necesidad de evitar su desperdicio. “Las plantas consumen agua y así tienen un consumo limitado; no necesitan agua de más”, señaló.

    La ingeniera Laura Lorenzo indicó que estos procesos de conocimiento se fortalecen mediante talleres y actividades en los territorios donde están asentadas las comunas productivas. “Es necesario, sobre todo en lo que respecta a la canalización del agua de lluvia y al respeto de sus ciclos. Nosotros no contamos con cuatro estaciones, sino con un ciclo de lluvias y un ciclo seco; de allí surge la pregunta de cómo realizar la planificación en función de la disposición de agua existente”, expresó.

    La descolonización del estómago

    Según Laura Lorenzo, uno de los desafíos más profundos de Pueblo a Pueblo es transformar los patrones de consumo impuestos por la lógica de los alimentos ultraprocesados y recuperar la tradición culinaria autóctona. “¿Cómo descolonizamos y cómo cambiamos esos patrones introducidos de consumo que han afectado nuestra producción nacional?”, planteó.

    Recordó que muchos rubros como el quinchoncho, los distintos tipos de frijol o la arepa pelá fueron desplazados por productos industrializados.

    Explicó que este proceso se trabaja en talleres y encuentros comunitarios, donde se promueve la consigna de “comer lo que producimos”, de acuerdo con prácticas responsables con la madre tierra. Para ello, el movimiento Pueblo a Pueblo ha elaborado dos recetarios y avanza hacia un tercero, con un enfoque en la cocina conuquera, que busca rescatar los olores, sabores y colores de la comida tradicional, así como la práctica de comer en familia y en comuna.

    Lorenzo señaló que se han incorporado procesos mínimos de transformación de alimentos, como la hidratación y los encurtidos, para prolongar su vida útil y diversificar la dieta. Entre los productos que se están presentando, figuran pasta de tomate y encurtidos de calabacín y pimentón, elaborados directamente por las comunidades.

    “Así vamos recuperando lo sabroso que es comer en comuna y lo sabroso que es comer lo que estamos produciendo, de acuerdo con nuestras formas de cultivar, además con todos esos colores hermosísimos que tienen nuestros cultivos tanto en el campo como cuando los llevamos a la mesa”, afirmó.

    Para culminar su participación en el programa “En clave comunal”, la coordinadora nacional del Plan Venezolano de Producción Comunitaria de Alimentos Pueblo a Pueblo, Laura Lorenzo, dejó a disposición su contacto celular para los que quieran interactuar con este movimiento venezolano: +58 0416-5603187.

  • En seminario Navidad Productiva debaten propuestas hacia un modelo económico comunal para la vida

    En seminario Navidad Productiva debaten propuestas hacia un modelo económico comunal para la vida

    Caracas, 4 de diciembre de 2025.- En Caracas se realizó el seminario “5ta Navidad Productiva con Transparencia, Acción y Compromiso”, promovido por el Viceministerio del Sistema de Formación Comunal y Movimientos Sociales del Ministerio del Poder Popular para las Comunas, Movimientos Sociales y Agricultura Urbana.

    La jornada tuvo como propósito analizar los modelos de economía comunal y explorar las potencialidades productivas de los territorios, con el fin de formular propuestas para la creación de Empresas de Propiedad Social Comunal que respondan a las necesidades de las comunidades organizadas.

    La actividad se desarrolló en modalidad presencial y vía telemática, lo que permitió la conexión de más de 108 Salas de Autogobierno Comunal de todo el país, según informó Kelly Pacheco, viceministra de Comunas y también vicerrectora para la Democracia y Sociedad Comunal de la Universidad Nacional de las Comunas (Unacom).

    El encuentro se inscribe en los esfuerzos institucionales por articular la formación política y productiva con la práctica comunitaria, generando espacios de reflexión y propuestas que permitan avanzar hacia un sistema económico para la vida.

    Andrés Cisneros, presidente de la Fundación de Capacitación e Innovación para Apoyar la Revolución Agraria (Ciara), destacó la magnitud del reto que representa el Sistema Económico Comunal. “Estamos delante de grandes desafíos, desde hace 26 años enfrentamos esta construcción propia de lo alternativo frente al sistema capitalista y su lógica hegemónica. Nosotros andamos en la búsqueda de crear nuestro propio modelo, nuestro propio reto, y andar con nuestros propios pies”, afirmó durante su intervención.

    Hernán Vargas, vicerrector para la Economía Comunal de la Unacom, resaltó el ascenso de la organización comunal en los últimos años. “Ha habido un repunte muy importante de lo que significa la construcción comunal como base del proyecto de país venezolano. Venimos de una reactivación de los Consejos Comunales hacia una progresiva revitalización de las Comunas, y el proceso de las consultas ha venido dando cuerpo a la idea de un sistema de Gobierno Popular, donde las Comunas y los Circuitos Comunales son la base de construcción del socialismo territorial”, expresó.

    Además de los anteriores mencionados, también participaron representantes del Cuerpo Nacional Contra la Corrupción, la Escuela del Fortalecimiento del Poder Popular, Fundacomunal y Sunacoop, quienes abordaron los desafíos de los nuevos actores comunales y destacaron su papel en la consolidación de la economía comunal.

    La participación de estas instancias reafirmó el compromiso colectivo con la consolidación de la economía comunal como alternativa al modelo capitalista.

  • “Consulta Popular Nacional se ha convertido en un gran ejercicio de planificación popular”

    “Consulta Popular Nacional se ha convertido en un gran ejercicio de planificación popular”

    Caracas, 25 de noviembre de 2025.- “La Consulta Popular Nacional constituye un ejercicio que fortalece realmente al poder popular en la gestión territorial de sus proyectos, mediante la restitución de recursos y competencias, lo cual permite avanzar en la construcción y consolidación de nuestras comunidades”.

    Así lo dijo Sandino Marcano, director general de la Oficina Estratégica de Seguimiento y Evaluación de Políticas Públicas del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales, a propósito de la cuarta edición de la Consulta Popular Nacional, realizada el pasado domingo 23 de noviembre de 2025.

    Durante su participación en el programa radial “En clave comunal”, Marcano dijo que esta consulta se suma a un acumulado de seis consultas desde su lanzamiento en abril de 2024. “Ha sido una política nacional bien acertada la que ha lanzado el presidente Nicolás Maduro como un ejercicio que permite el fortalecimiento del poder del pueblo en la gestión territorial de sus proyectos”, afirmó.

    En conversa con la periodista Nerliny Carucí, explicó que este mecanismo ha permitido avanzar en el mejoramiento de procesos diversos que abarcan servicios públicos, vialidad, producción y cultura. Aseguró que, con cada jornada, la participación ciudadana ha ido en aumento, gracias a la experiencia acumulada y a la confianza que genera ver cómo los proyectos se concretan en los territorios.

    El director general resaltó que la jornada del 23 de noviembre se vivió como una verdadera fiesta popular. Comentó que, desde tempranas horas, miles de ciudadanos acudieron a los más de 8000 centros de votación habilitados en todo el país, distribuidos en más de 9000 mesas electorales. La participación se extendió hasta altas horas de la noche, para escoger entre más de 36 500 proyectos comunitarios.

    Evolución y aprendizajes

    Sandino Marcano, quien también es responsable del Observatorio de Información e Indicadores del Poder Popular, subrayó que la Consulta Popular Nacional ha venido evolucionando y madurando con cada edición.

    Recordó que la primera jornada partió del esfuerzo por unificar nuevamente a la gente en los territorios bajo el sistema de gobierno popular y comunal, rescatando el espíritu asambleario y la capacidad de priorizar necesidades locales.

    Tras seis ediciones, Marcano destacó que la consulta ya permite un trabajo articulado entre las distintas instancias de gobierno.

    Aseveró que el poder popular realiza la priorización de proyectos y, a partir de allí, el Gobierno nacional entrega los recursos, mientras gobernaciones, alcaldías y ministerios acompañan con herramientas, maquinaria, asesoramiento técnico y formación. “Incluso los proyectos que por alguna razón no pudieron culminarse también son un aprendizaje, porque nos han permitido que la gente vaya atinando en qué se debe priorizar, en qué magnitud”, afirmó.

    “Ejercicio de planificación popular”

    Para Sandino Marcano, la Consulta Popular Nacional se ha convertido “en un gran ejercicio de planificación popular”, afirmó.

    Resaltó que ya no es solo una política del Ejecutivo, sino una política de Estado que involucra a distintos poderes. Explicó que el Poder Electoral participa en la organización de las elecciones, el Poder Judicial garantiza la resolución de controversias a través de los jueces de paz, y el Poder Legislativo aprende de este proceso para fortalecer las leyes del poder popular. A ello se suma el Poder Ejecutivo, encargado de la restitución de recursos y del impulso de la organización comunitaria.

    Marcano resaltó que en las seis consultas realizadas hasta ahora se han postulado más de 200 000 proyectos en diversas áreas, lo que convierte a la consulta en una gran ACA (agenda concreta de acción) nacional de planificación. “Permite a las comunidades decirnos en el marco del gobierno obediencial qué tenemos que hacer, en qué territorio”, señaló.

    Asimismo, enfatizó que algunos problemas estructurales requieren varias etapas de ejecución, y que la decisión del presidente de financiar un segundo proyecto por territorio amplía las posibilidades de acción. “Con el primero vamos a ir avanzando en etapas de los proyectos más estructurantes y con el segundo vamos a ir resolviendo los proyectos más de impacto rápido”, explicó.

    Cada proyecto es una escuela

    Según Sandino Marcano, la Consulta Popular Nacional trasciende la solución puntual de necesidades y se consolida como un proceso formativo para las comunidades. “Cada proyecto de la Consulta Popular se ha ido convirtiendo en una escuela”, aseguró.

    Marcano manifestó que la consulta ha ido propiciando ejercicios de seguimiento, control y contraloría, sumando cada vez más voluntades. “No como un elemento apagafuegos, sino como realmente un ejercicio de gobierno popular en cada uno de los territorios”, apuntó.

    De los servicios básicos a proyectos productivos

    El director general Sandino Marcano explicó que en las primeras ediciones de la Consulta Popular Nacional las propuestas comunales se concentraron en resolver problemas urgentes derivados de los últimos años de crisis.

    “En la primera consulta, el principal problema que la gente postuló y que, después, quedó como ganador en los proyectos fue el tema del agua. Luego, la vialidad, la electricidad, la vivienda”, recordó.

    Con el avance de las consultas, declaró que el agua se ha mantenido como prioridad, pero han comenzado a reflejarse otros procesos comunitarios vinculados con educación, salud, alimentación y deporte. A ello se suma el impulso de la economía comunal desde los territorios, que en las primeras jornadas no tuvo gran presencia, pero que progresivamente ha ganado espacio.

    “La gente ha empezado a visualizar que un proyecto productivo también genera las bases para ser autosustentable y permitir que luego no tengas que depender exclusivamente de consultas, sino que puedes generar tus propias soluciones”, afirmó.

    Marcano detalló que han surgido proyectos asociados a la agricultura y la cría de animales —pollo, bovino, caprino—, así como iniciativas vinculadas con ciencia y tecnología.

    Asimismo, acentuó que la consulta anterior, dedicada a la juventud, permitió diversificar aún más las propuestas, incorporando proyectos productivos en áreas tecnológicas, comunicacionales y gráficas. “Eso también ha hecho variopinto todo este proceso de la consulta”, expresó.

    Sandino Marcano precisó que la participación en la cuarta jornada de la Consulta Popular Nacional puede analizarse en dos categorías. Señaló que por un lado, los estados con mayor cantidad de comunas y circuitos, cuya fuerza organizativa garantiza una votación más amplia. “En este caso estamos hablando del estado Zulia, de Caracas, de Miranda, de Portuguesa, de Carabobo, de Anzoátegui. Fueron los principales estados con mayor votación, con mayor participación de la gente”, señaló.

    Por otra parte, destacó los estados que, porcentualmente, lograron mantener e incluso superar los niveles de participación alcanzados en la consulta de la juventud. Entre ellos mencionó a Portuguesa, Trujillo, Apure, Nueva Esparta, Barinas, Monagas y Cojedes.

    Juventud como fuerza real en la consulta popular

    Sandino Marcano subrayó que la participación de la juventud ha madurado al mismo ritmo que la propia Consulta Popular Nacional. “La juventud se ha venido acercando cada día más al proceso de construcción del poder popular, a la participación en las vocerías de los consejos comunales, de las comunas, de los movimientos sociales en los territorios”, aseguró.

    Señaló que, frente a la guerra cognitiva y el bombardeo mediático del capital y el consumismo, la consulta ha logrado contrarrestar esas dinámicas al hacer entender la necesidad de la participación juvenil como relevo y continuidad del proceso comunal. “La juventud ha entendido que no tiene que haber una consulta de la juventud para hacerse presente, visualizarse y participar”, explicó.

    En la cuarta consulta de 2025, platicó que los jóvenes impulsaron la agitación territorial, la campaña de proyectos y la movilización comunitaria, sumándose con fuerza a la participación. Además, propusieron y votaron por proyectos afines a sus intereses “sin necesidad de una edición en particular”.

    Comunicación popular

    Sandino Marcano, director general de la Oficina Estratégica de Seguimiento y Evaluación de Políticas Públicas del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales, afirmó que la comunicación cumple un papel fundamental en el proceso de la Consulta Popular Nacional, al permitir mostrar los resultados reales que genera la organización comunitaria en los territorios.

    Puntualizó que la comunicación no solo debe difundir logros, sino también sistematizar buenas prácticas, experiencias y métodos que surgen desde las organizaciones de base en la ejecución de proyectos y en los procesos de priorización y planificación popular. “Es sumamente importante documentar y hacer saber cómo la gente se organiza, cómo planifica, cómo optimiza los recursos y cómo genera nuevas prácticas”, indicó.

    Marcano recordó que ya son más de 30 000 proyectos financiados en primer lugar por la consulta, cifra que aumenta al sumar los apoyados por gobernaciones y alcaldías.

    Reiteró que la comunicación debe visibilizar lo que denominó el “milagro comunal”, mostrando al país y al mundo entero cómo las comunidades construyen soluciones innovadoras y fortalecen la gestión popular.

    Mapa de los sueños

    Sandino Marcano describió la Consulta Popular Nacional como la construcción de un gran mapa nacional que orienta hacia dónde debe dirigirse la política pública. “La imagen que nos está dando es que se está construyendo un gran mapa nacional que nos muestra hacia dónde debe ir la política, hacia qué áreas de gestión debe enfocarse el Gobierno nacional, los gobiernos regionales y locales, y, por supuesto, el mismo poder popular”, afirmó.

    En cuanto a las 7 Grandes Transformaciones, Marcano señaló que la principal transformación reflejada en la consulta correspondió a la número dos: territorios humanos y servicios, con proyectos vinculados al agua, la electricidad, la vialidad y las telecomunicaciones. Indicó que, en segundo lugar, se ubicó la transformación social, que abarca educación, salud, alimentación y atención a poblaciones vulnerables, y el tercer lugar correspondió a la economía comunal.

    Marcano recalcó que este mapa de los sueños permite a las comunidades definir la agenda concreta de acción y orientar a las distintas escalas de gobierno sobre sus prioridades. “En esas consultas la gente nos dice cuál es la agenda que quiere que hagan las instituciones: en dónde quiere que el gobernador se enfoque, el alcalde se enfoque, la Comuna se enfoque”, explicó.

    Cambio de paradigma

    Sandino Marcano, responsable del Observatorio de Información e Indicadores del Poder Popular, señaló que uno de los retos futuros de la Consulta Popular Nacional será vincular la gestión del agua con la conciencia ecológica y la descolonización del pensamiento. “Creo que en el futuro próximo, seguramente las consultas en el año 2026, eso es un reto importante porque efectivamente es un cambio de paradigma, un cambio en la forma de pensar”, afirmó.

    Explicó que, hasta ahora, la mayoría de los proyectos relacionados con el agua se han enfocado en garantizar el suministro por tuberías, sin considerar los impactos energéticos, ecológicos y territoriales que implica. “La realidad de hoy es que la gente en el ejercicio de las consultas busca que le llegue el agua, sea cual sea la forma, pero no piensa en la energía que se necesita para que llegue a su casa”, reconoció.

    Marcano subrayó que la consulta debe trascender la lógica de resolver urgencias y convertirse en una política estructurante que transforme tanto realidades como pensamientos. Para ello, consideró necesario incorporar procesos de formación y debate que permitan a las comunidades comprender las implicaciones de cada proyecto en relación con la madre tierra y la crisis ambiental global.

    Algunas recomendaciones

    Sandino Marcano, director de Políticas Públicas Comunales, expuso algunas recomendaciones a las comunas venezolanas tras su participación en la Consulta Popular Nacional. La primera, dijo, es comprender que se trata de un ejercicio de planificación popular que requiere tiempo de evaluación y fortalecimiento de los planes comunales. “No esperar que llegue cada consulta para ver qué voy a hacer, sino darse el tiempo de fortalecer los planes comunales de manera de marcar qué podemos o qué debemos hacer a corto, mediano y largo plazo”, señaló.

    Marcano destacó experiencias de comunas que, desde su primera consulta, definieron en asamblea ciudadana resolver de manera estructural el tema eléctrico en sus comunidades, evitando saltar de un proyecto a otro sin continuidad.

    La segunda recomendación, explicó, es fortalecer el carácter colectivo por encima de la individualidad de una calle o de un solo consejo comunal. “Lo colectivo de lo que significa vivir en comunidad implica no reducir la consulta a un ejercicio meramente instrumental para recibir un recurso, gestionarlo y rendir cuentas para volver al ciclo. Se trata, más bien, de asumir un proceso en el que cada proyecto se convierta en una escuela: una escuela que certifique saberes, que identifique los conocimientos propios de nuestras comunidades y que forme a quienes se incorporan”, concluyó Sandino Marcano.

  • Falcón | Unacom presente en despliegue en el marco de la Consulta Popular Nacional del 23N

    Falcón | Unacom presente en despliegue en el marco de la Consulta Popular Nacional del 23N

    Falcón, 20 de noviembre de 2025.- Este jueves, se realizó la entrega del proyecto de rehabilitación y embellecimiento del Centro de Educación Inicial Simoncito (CEIS) Paraíso Infantil, ubicado en la Comuna Socialista La Guinea, en el municipio Miranda del estado Falcón.

    La obra beneficia de manera directa a más de 200 niños y niñas del punto y círculo de los 12 sectores que conforman el territorio de la Comuna. La rehabilitación de este espacio fue asumida por la Corporación Juntos Todo Es Posible, garantizando condiciones renovadas para la educación inicial.

    El gobernador de la entidad, Víctor Clark, destacó que la rehabilitación del centro educativo es fruto del ejercicio participativo y protagónico del Poder Popular en la Comuna Socialista La Guinea, que integra comunidades históricas como Curazaíto, Las Panelas, La Florida y Ruta Verde.

    Clark señaló que esta obra es resultado de las consultas realizadas durante el año 2025 y del compromiso asumido por el presidente Nicolás Maduro, convertido en soluciones concretas para el pueblo.

    La vicerrectora para la Democracia y Sociedad Comunal de la Universidad Nacional de las Comunas (Unacom), Kelly Pacheco, resaltó que la rehabilitación y embellecimiento del CEIS Paraíso Infantil responde al mandato de acompañar al pueblo en cada territorio.

    Pacheco enfatizó que cada inauguración refleja la convicción del presidente Nicolás Maduro en la capacidad del pueblo para administrar sus recursos y atender sus necesidades más sentidas. “Qué mejor manera de celebrar esta fiesta participativa que con la inauguración de las obras”, expresó.

    La vocera de la Comuna Socialista La Guinea, Yenmarli Navarro, declaró que la obra es fruto de la participación popular y del respaldo del presidente de Venezuela junto a la Corporación Juntos Todo Es Posible. Subrayó que este acompañamiento permite que sea el pueblo quien decida en cada consulta y proyecto.

  • Investigador venezolano: “Si no estamos descolonizando, estamos recolonizando”

    Investigador venezolano: “Si no estamos descolonizando, estamos recolonizando”

    Caracas, 12 de noviembre de 2025.- “Siempre, históricamente, hemos sido un pueblo de comunidad: hemos tejido en común nuestras historias, construyendo juntos la memoria que nos sostiene”. Así lo aseguró el investigador venezolano Erick Gutiérrez, durante su participación en el programa “En clave comunal”.

    El comunero señaló que la modernidad ha impuesto la noción de que somos individuos aislados, “que nos hacemos, a nosotros mismos, separados del resto, sin vínculo alguno con nuestros semejantes ni con el entorno. Pero eso no es verdad. Basta con mirar la historia —o las historias— de nuestros pueblos originarios: siempre comunitarios; todo en común”.

    Sostuvo que, aunque la educación colonial intentó borrar esa memoria, la comunalidad persiste como fortaleza ética, espiritual y política. “Todavía pervive, todavía resiste, todavía surge esa comunalidad”, afirmó Gutiérrez, destacando que ha sido clave para enfrentar las agresiones imperialistas, las medidas coercitivas y fenómenos como la migración inducida.

    Gutiérrez aseguró que hoy las comunidades han podido superar adversidades apelando a ese componente comunal que las constituye históricamente.

    Comunidad y sociedad

    El investigador Erick Gutiérrez explicó que la diferencia entre comunidad y sociedad ha sido abordada desde la teoría euro-oceánica, particularmente por Max Weber en Economía y sociedad.

    “Uno lee ese libro y descubre que, entre las cosas que plantea, se señala una diferencia entre comunidad y sociedad. En la comunidad todo el mundo se conoce; en la sociedad, en cambio, todo el mundo es anónimo. En la comunidad los lazos son muy fuertes y el control colectivo también es intenso, según él. En la sociedad predominan otros lazos, y por eso la premisa allí es la libertad, la libertad individual. Pero en todo lo que estoy describiendo, que corresponde a la visión euro‑oceánica, el individuo aparece constituido, incluso en su propia autoimagen, aislado del entorno, separado de sus semejantes, como si fuera una partícula ajena a lo demás: sin lazos, sin entramados, sin raíces, sin vínculos”, argumentó.

    Dijo que la expresión más apropiada de la lógica individualista, se encuentra en la célebre frase atribuida a Thomas Hobbes: “‘El hombre es un lobo para el hombre’. Es decir: las personas que tenemos al lado no son semejantes, sino potenciales adversarios, enemigos o rivales, lo que crea un clima de desconfianza”.

    En contraste, Erick Gutiérrez enfatizó que en la comunidad no existe esa lógica de rivalidad.

    Comunidad, cuerpo y madre tierra

    Erick Gutiérrez, coordinador de la Especialidad de Derecho Indígena del Instituto de Investigación y Postgrado de la Escuela de la Magistratura en Venezuela, reiteró que el colonialismo y, en particular, el neocolonialismo educativo han impuesto una visión que separa al individuo de su entorno.

    Expresó que esa epistemología de la modernidad eurocéntrica nos hace percibir la naturaleza no humana como algo ajeno y comienza, incluso, con la separación del propio cuerpo. “No es que tenemos un cuerpo: somos un cuerpo”, resaltó.

    Explicó que esa desconexión con la madre tierra nos lleva a ignorar las señales que ella nos da de que algo está mal, avisos que se manifiestan en la crisis ambiental global. Expuso que esta crisis no solo se manifiesta en fenómenos apreciables como el aumento del nivel del mar, sino también en procesos menos perceptibles, como la desaparición de microorganismos en el suelo que alimentan a plantas y árboles.

    El comunero caraqueño observó que quienes sí perciben estas señales son las poblaciones originarias, campesinas, pesqueras e indígenas. “Las poblaciones originarias están viendo cómo muchas especies desaparecen, y con esa desaparición surge un riesgo de seguridad alimentaria que no estamos percibiendo. Es un ejemplo que nos afecta —o puede afectarnos— directamente. En general, el planeta nos habla cada día de lo que sucede, pero no lo escuchamos. Cuando digo “nosotros”, me refiero a la gente de las ciudades, porque en el mundo campesino, pesquero e indígena sí ven esas señales, sí se dan cuenta; nos alertan de ello. Sin embargo, nosotros no los escuchamos atrapados en esa ceguera aprendida, porque es, en efecto, una ceguera aprendida”, manifestó.

    La comuna como forma de relación humana

    Para Erick Gutiérrez, la importancia de la comuna en Venezuela se evidencia en diversas experiencias de resistencia. Expone su participación en la Comuna Los Flores en Revolución y cómo, durante el bloqueo eléctrico impuesto por el imperio, la respuesta comunal permitió superar una situación crítica.

    “Lo primero que hicimos —hablo de Caracas— en común fue mirar al cielo. Eso tiene su importancia: había personas que nunca habían visto la Vía Láctea. Uno alza la mirada y ese blanco que se extiende allá arriba, ¿qué es? Pues es el centro de la galaxia, es la Vía Láctea. Pero nunca la habías visto porque nunca se había ido la luz de esta manera, y la gran luminosidad de la ciudad te lo ha impedido desde que naciste”, ilustró.

    Comentó que la adversidad también dio lugar a la solidaridad práctica. “Empezamos a comunicarnos entre nosotros. Pongo un ejemplo: tengo a la vecina y le digo: ‘Oye, yo no te conocía, ¿de dónde eres tú?’. Me responde: ‘No, tengo aquí cuatro años’. Así comenzamos a comunicarnos de verdad. No había celular, ni televisión, ni teléfono: nada. Nos comunicamos verdaderamente. ¿Qué otra cosa hicimos? Bueno, con un mueble roto dijimos: vamos a hacer un sancocho colectivo. Alguien tenía una olla grande, yo tenía unas piezas, tú tenías otras. Hicimos un sancocho colectivo”, contó.

    Para Erick Gutiérrez, estas experiencias no solo permitieron enfrentar la agresión, sino que reafirmó la comuna como forma de relación humana y como instancia política de resistencia.

    Descolonización

    De acuerdo con el comunero caraqueño Erick Gutiérrez, la comuna se nutre de la memoria de los pueblos originarios. Esa fuerza, afirmó, se expresa en la posibilidad de recrearse frente a la adversidad, una práctica que los pueblos han sostenido durante más de cinco siglos. “Tenemos más de 500 años haciéndolo y todavía nos falta”, señaló.

    Relató que siempre le preguntan si es posible descolonizar la realidad en apenas 25 años de proceso revolucionario, Gutiérrez responde que esta tarea está en marcha. Reconoció que revertir un proceso de 533 años no es sencillo, pero insiste en que “no se puede dilatar más tiempo”.

    Para descolonizarlos, dijo que “primero tenemos que tener claro que si no estamos descolonizando, estamos recolonizando”.

    El investigador insistió en que el proceso requiere desaprender gran parte de lo aprendido, pues la identidad moderna fue impuesta y está en tensión, en contradicción. “Nosotros no tenemos radicalmente esa identidad. Porque cuando se habla de pueblos originarios, lo que yo soy es un nosotros. Venimos de un ‘nosotros’. Lo que yo soy no tiene sentido, sino en el ‘nosotros’. Para Carlos Lenkersdorf, eso es lo nosótrico: una identidad que solo adquiere sentido en lo colectivo, en lo comunal. Recuperar esa raíz implica reaprender. Implica reaprender a pensar incluso de otro modo, a concebir las relaciones de otro modo”, reflexionó.

    Erick Gutiérrez recordó su propia raíz indodescendiente y la enseñanza de su madre campesina, que le inculcó el amor por los animales y las plantas. “A lo mejor alguien dirá: ¿Y cómo se relaciona eso con una persona que vive en la ciudad? Yo, que también fui profesor en la Bolivariana en Gestión Ambiental de Proyectos, caminaba con mis cursantes —con las chicas y los chicos que me acompañaban en el trabajo— y dijimos: ‘Mira esa mujer que tiene en su casa una maceta. No tiene nada más que un balconcito, y allí pone sus plantitas’. Ella no ha perdido la conexión con la naturaleza [no humana]: guarda una melancolía, una nostalgia”, contó.

    En su relato, agregó que “las personas que siempre tienen un animalito —un perrito, un pajarito, o incluso un gallo en su casa— están volviendo a sus raíces, aunque no lo sepan, porque dicen: ‘Yo no puedo desprenderme de eso’. El caso más dramático son las plantas de plástico, pero al menos hay una planta que me reconecta, aunque sea en mi memoria, en una memoria genealógica”, dijo.

    El comunero caraqueño invitó a reconectarnos con la naturaleza humana y no humana. “Volver a las raíces, a la fuente. Volver a lo que siempre hemos sido y que la modernidad nos ha negado”, recalcó.

    Asumir la contradicción y construir en común

    En conversa con la periodista Nerliny Carucí, el investigador Erick Gutiérrez precisó que descolonizarse en la práctica requiere enfrentar las contradicciones sin miedo ni rechazo. “Somos intrínsecamente dialécticos, contradictorios, convivimos con esa contradicción”, resaltó.

    Afirmó que el sentido está en retomar un camino común, pues la liberación no puede hacerse de manera individual. “Eso ya lo decía Simón Rodríguez, ayudarnos a empezar a hacer esa liberación en común, en colectivo, en comuna, y empezar a pensar también en común”, acentúo.

    Gutiérrez criticó la imposición occidental del “yo” como centro, asociado a la arrogancia y la soberbia. “En el mundo indígena —y también en el campesino y pesquero— la persona más sabia es la más humilde, la que más se entrega a los demás y la que más aprende de ellos. Entonces, ¿cuál es el primer paso? Verme reflejado en la persona que tengo cerca, no verla como adversaria, sino como alguien de quien puedo aprender y a quien también tengo algo que aportar”, afirmó.

    Declaró que el proceso de verse en el otro implica entrelazarse, entreayudarse y buscar soluciones colectivas, abandonando actitudes egoístas e individualistas. “La solución nace de un proceso colectivo donde muchos y muchas pensamos, sentimos, y de ahí emergen las soluciones”, afirma.

    Advirtió que el imperialismo se vale de la ambición y la corrupción para socavar pueblos y gobiernos. “Hay que abandonar actitudes arrogantes, egoístas, individualistas. Empezar a construir juntos otra realidad, incluyendo la realidad de lo que yo soy, de lo que somos”, dijo.

    Los desafíos de la Comuna frente al capital

    Sobre los desafíos de la Comuna venezolana frente a los nuevos mecanismos del capital, Erick Gutiérrez explicó que estos apuntan a una guerra cultural de múltiples dimensiones: intelectual, cognitiva y académica. “Para mí, leer ahorita es un acto subversivo, un acto antisistémico. Porque [el capital] justamente está buscando que uno no lea, que uno no piense. No quiere que el ser humano piense”, reafirmó.

    Recordó la pandemia del covid en la cual se profundizó el aislamiento individualista, encerrando a las personas en pantallas y teléfonos. “Lo primero que debemos hacer es soltar la pantalla para comunicarnos de verdad, volver a la oralidad, a la comunicación auténtica. Debemos volver a ver la realidad. Volver a conectarnos con los que somos, conectarnos con los otros”, exhortó.

    Gutiérrez manifestó que no es un proceso fácil. “Pero tenemos otra alternativa: volver a los orígenes, volver a las raíces. Y repito, se trata de aprender a desaprender gran parte de lo aprendido. Recuperar esas técnicas de cultivo de nuestros ancestros. Esa relación de cuidado hacia la madre tierra, quien nos cobija a todos. ¡Este planeta no le pertenece a las élites del capital!”, puntualizó.

    Finalmente, reivindicó una vez más lo indígena y lo ancestral como apuesta de futuro: “Son los que están enseñando hacia dónde debemos ir, hacia dónde debemos retornar. Por eso son tan peligrosos para el gran capital. Venezuela es una amenaza inusual y extraordinaria porque camina su propio camino: su horizonte es lo comunal”.

  • Venezuela y Argentina realizan encuentro sobre autogestión y producción alimentaria comunitaria

    Venezuela y Argentina realizan encuentro sobre autogestión y producción alimentaria comunitaria

    Caracas, 7 de noviembre de 2025.- En el marco de la Primera Semana Latinoamericana y Caribeña de Economía Social y Solidaria, que se celebra del 3 al 7 de noviembre, este viernes tuvo lugar el encuentro virtual “Experiencias locales de abastecimiento alimentario y organización comunitaria en Argentina y Venezuela”.

    La actividad fue convocada por el Grupo de Trabajo Municipios de la RUESS (Red Universitaria de Economía Social y Solidaria) junto con la Red de Municipios Cooperativos/Cooperar de Argentina, y forma parte de un diálogo entre organizaciones comunales venezolanas y municipios cooperativos argentinos, centrado en dos ejes claves: el abastecimiento alimentario desde lo local y la participación comunitaria como base de una democracia sustantiva.

    Durante el intercambio de experiencias, Hernán Vargas, vicerrector para la Economía Comunal de la Universidad Nacional de las Comunas (Unacom), destacó el papel central que han tenido los Consejos Comunales en Venezuela desde su creación en 2006 como espacios de articulación territorial.

    Con respecto a lo anterior, recordó que este proceso tiene antecedentes en la organización popular impulsada por la Constitución de Venezuela de 1999, que reconoció derechos fundamentales como el acceso al agua, la tierra, la educación y la salud, y promovió la conformación de comités comunitarios para garantizar su cumplimiento.

    El Vicerrector venezolano explicó que actualmente existen cerca de 40.000 Consejos Comunales en el país, cada uno conformado por vecinos organizados en más de 30 comités temáticos.

    Vargas expuso que, a partir de 2008, se comenzó a promover la figura de la Comuna como instancia superior de agregación, concebida no solo para gestionar proyectos, sino para ejercer el autogobierno territorial. Este modelo se consolidó con la aprobación de la Ley Orgánica de las Comunas y hoy cuenta con 5.336 Comunas activas, que abarcan la mayor parte del territorio nacional.

    Juan Schwartzman, de la Cooperativa de Trabajo Agropecuario y Agroecológica Chacra Rizoma de El Bolsón, provincia de Río Negro de Argentina, presentó una experiencia autogestiva de producción agroecológica orientada al abastecimiento local y comarcal.

    Schwartzman comentó que el colectivo se encarga de todo el proceso, desde la siembra hasta la comercialización directa en ferias, sin tercerizar ninguna etapa. Esta decisión fortalece la autonomía del grupo y permite sostener una cadena productiva amplia, con más de 70 variedades hortícolas y frutales, destinadas a comunidades de El Bolsón, Bariloche y Villa La Angostura, en Argentina.

    Mayrelis Escalona, vocera de la Comuna Estrella del Futuro y parte de la Mesa de Planificación del Circuito Económico Comunal Vida Café, en el estado Lara, Venezuela, relató que este circuito impulsa un modelo de economía comunal con propiedad directa, que incluye empresas de vialidad y procesamiento de café, y promueve prácticas colectivas.

    La comunera venezolana subrayó que la planificación participativa, las alianzas solidarias y la autogestión de recursos son pilares de esta experiencia que articula economía, territorio y poder comunal.

    La argentina Dámaris Pacchiotti, coordinadora del proyecto Empresa Pública de Alimentos Ciudad Futura, habló sobre este proyecto como una política pública de gestión social impulsada desde la comunidad organizada.

    Pacchiotti explicó que esta iniciativa, surgida en plena pandemia en 2020, articula cooperativas, organizaciones sociales e instituciones para garantizar el derecho humano a la alimentación desde las ciudades, concibiendo el alimento como un bien comunitario y no como una mercancía.

    Para escuchar todas las intervenciones, ingresa en este enlace:
    https://www.youtube.com/live/raXoUDZ3BWU.

  • “Vivir en comuna exige recuperar una cualidad esencial del pensamiento rodrigueano: el sentir”

    “Vivir en comuna exige recuperar una cualidad esencial del pensamiento rodrigueano: el sentir”

    Caracas, 4 de noviembre de 2025.- “Cuando se cultiva pensamiento propio, surge una mirada profunda —una que va más allá del árbol, como suele decirse—; una mirada capaz de ver el bosque y de adentrarse en las profundidades de las realidades, particularmente las de la humanidad”. Así lo expresó el investigador Néstor Hugo Angulo al referirse al pensamiento robinsoniano.

    Durante su participación en el programa “En clave comunal”, Angulo reivindicó la vigencia del legado de Simón Rodríguez como clave para profundizar el proyecto liberador que encarna la Comuna venezolana.

    Para el educador popular, Simón Rodríguez fue un pensador contracorriente, dotado desde joven de dos cualidades esenciales: una aguda capacidad de observación y un espíritu rebelde. Según Angulo, esa combinación le permitió desarrollar una originalidad radical, sostenida por una formación permanente y un compromiso con el pensamiento propio. “Fue un observador y cuestionador de aparatos educativos excluyentes, que no estaban conectados con las nuevas realidades”, señaló.

    Angulo comentó que, para Simón Rodríguez, la educación era una herramienta fundamental para emprender lo que llamaba “empresas”, es decir: proyectos de transformación colectiva. En ese sentido, su vínculo con Simón Bolívar no fue solo afectivo (como docente y amigo), sino político: “La mayor empresa que, sin duda alguna, ha realizado hombre en el mundo la hizo Simón Bolívar: dar la libertad a medio continente americano. Entonces, yo creo que la educación y la libertad son las herramientas para construir una nueva sociedad”, afirmó Angulo.

    Claves robinsonianas para el autogobierno

    De acuerdo con Néstor Hugo Angulo, cofundador del Centro de Estudios, Aprendizajes e Investigaciones Comunales Kléber Ramírez, ubicado en el estado Mérida, uno de los aportes más significativos de Simón Rodríguez fue su defensa de una educación popular, en contraposición al modelo eurocéntrico dominante en su época. “Simón Rodríguez decía que todo se escuchaba en Europa, menos de una educación social, de una educación popular”, recordó Angulo.

    Dentro de esta perspectiva, Angulo evocó una afirmación del comandante Chávez: “El primer poder que tiene el pueblo es el conocimiento liberador. Esa herramienta, sin duda alguna, le permite al individuo —y sobre todo al sujeto colectivo— poder, producto del diálogo, de tejer la palabra, de llevar a consenso, de construir propuestas, de construir ideas… lo puede llevar a actuar. Él también decía que había que sentir: sentir para actuar”.

    En cuanto a las relaciones humanas y la economía, el investigador apuntó a una frase escrita por Rodríguez en Sociedades americanas: “Fundar una economía social de todos para el beneficio de todos”.

    Esta propuesta, afirmó, anticipa las búsquedas actuales de autogestión. “Hoy en día las comunas, los consejos comunales, los circuitos comunales andan en la búsqueda de la autogestión y de la autonomía, que son más que dos conceptos, son dos categorías que tenemos que profundizarlas, consolidarlas para dar el salto cualitativo a lo que pudiéramos llamar autogobierno”, dijo.

    Angulo distinguió entre la gestión de recursos puntuales —como los asignados en consultas populares— y la construcción de una economía comunal territorializada. “Una cosa es lo que estamos viviendo en este momento: el llamado a las consultas populares, donde el Estado aporta unos recursos para resolver un problema material de una escuela, de una avenida, un asfaltado, en fin, de alguna necesidad concreta que se tenga en el territorio. Pero construir una economía social en el territorio es otra cualidad. En este caso, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 184, plantea que el Estado crea mecanismos para la transferencia y descentralización de bienes, servicios y competencias públicas hacia las comunidades. Bueno, yo creo que hay una gran mora en el proceso revolucionario —pero ya hace cerca de 150, 160 años, Simón Rodríguez las asomaba”, expuso.

    Angulo evocó una de las esencias más potentes del pensamiento robinsoniano: “Yo lo que quiero es que aprendan a gobernarse”.

    En tal sentido, apuntaló que esto es “clave, porque, a medida que los comuneros y las comuneras se apropien del conocimiento del territorio —de sus necesidades, pero también de sus potencialidades, y sobre todo de esa nueva lógica de economía que hay que construir en los territorios, a través de la empresa de propiedad social y de la transferencia de competencias públicas a las comunidades—, sin duda alguna, las comunidades van a tener los recursos no solamente para resolver una materialidad, sino también para instituir un nuevo modelo de sociedad y de Estado”, precisó.

    Toparquía

    Para Néstor Hugo Angulo, el concepto de toparquía —formulado por Simón Rodríguez en 1847— representa una clave fundamental para pensar la construcción de comunes en Venezuela como proyecto político. “Cuando él planteaba la toparquía, planteaba el gobierno del lugar o el poder de la gente en cada comunidad para resolver sus problemas, basándose en sus potencialidades, que de una u otra manera tiene cada territorio”, expuso.

    Expresó que esta noción adelanta, con más de siglo y medio de distancia, el impulso comunal promovido por el comandante Chávez. “En 2007, Chávez comienza a hablar de comuna, y en 2009 le da mayor profundidad teórica, ideológica y organizativa”, recordó Angulo.

    Palabra tejida

    El educador popular Néstor Hugo Angulo señaló que Simón Rodríguez exponía que el conocimiento no solamente era intelectual, sino también manual. “El hombre tiene la posibilidad no solamente de cultivar la mente, el espíritu, sino también cultivar la mano; de ser hacedor, de ser constructor. Desde la agricultura hasta la herrería y la carpintería, el saber práctico vinculado con la capacidad de transformar el territorio”, profundizó.

    Apuntó que conocer las potencialidades del territorio y contar con saberes técnico-científicos para producir alimentos permite construir una nueva lógica de relación social y política. “Eso puede dar, basamento para comenzar a construir otra lógica de relación social y, sobre todo, relación política”, enfatizó.

    Angulo subrayó, además, la necesidad de crear una nueva cultura de la asamblea, donde la palabra sea tejida con propuestas, ideas y planes de transformación. “Nosotros somos una sociedad que nos enseñaron es a votar. Nuestras culturas ancestrales planteaban el consenso, consensuar. Entonces, “¿cuál es la propuesta que va en beneficio común, en beneficio de la comunidad?”, preguntó.

    Estos planteamientos, afirmó, deben ser llevados a los espacios comunales no como copia ni imitación, sino como creación. “Como algo que de una u otra manera está demandando esta humanidad”, declaró.

    Sentir el territorio

    Frente a las mutaciones del sistema moderno/capitalista, el comunero Néstor Hugo Angulo propuso recuperar una cualidad esencial del pensamiento robinsoniano: el sentir. “El sentir es quien camina el territorio, el que observa dentro del territorio, el que se comienza a cuestionar dentro de lo que está sucediendo en ese territorio. Lo que algún teórico llamó topofilia, que es ese amor que sentimos nosotros por el territorio”, explicó Angulo.

    Para Angulo, esta enseñanza del maestro Simón Rodríguez sigue vigente. Comentó que hay otros compañeros que han escrito teóricamente lo que llaman topología. “El territorio también enseña. Cuando una persona vive en un espacio territorial, en una comunidad, en un barrio; en fin: en el llano, en la montaña, en la selva, comienza a recorrer, a conocer. Bueno, ese aprendizaje lo marca y comienza milimétricamente a conocer su territorio”, alegó.

    Vida en común

    “Los hombres no están en sociedad para decirse que tienen necesidades y para aconsejarse que busquen cómo remediarlas, ni para exhortarse a tener paciencia, sino para consultarse sobre los medios de satisfacer su deseo, porque no satisfacerlos es padecer” (Simón Rodríguez, en Sociedades americanas).

    Para el investigador Néstor Hugo Angulo, esta reflexión constituye la génesis del proceso constituyente: la consulta, el diálogo, la interacción entre compañeros y compañeras para transformar las realidades vividas.

    “Trayendo esto a nuestros tiempos, a nuestros espacios territoriales y a las comunas, es una oportunidad que tienen todos los comuneros y todas las comuneras —llámense consejos comunales, comunas, circuitos comunales— de generar espacios de asamblea, donde el primer instrumento sea la palabra y el bienestar común. De modo que esa realidad que tenemos —con los aportes, con las miradas, con el sentir, con la inteligencia, con los saberes, con las experiencias y, sobre todo, con los valores más humanos, como la solidaridad—, sin duda alguna, vamos a conseguir no una receta, pero sí, como nos dijo Simón Rodríguez, el sendero que nuestro maestro nos señaló”, apuntó.

    Dijo que construir ese sendero implica asumir la comuna como forma de vida, como lo propuso el comandante Chávez: “Comuna socialista comunal, que es una nueva lógica de relaciones sociales, de relaciones políticas, de relaciones culturales y sobre todo de relaciones económicas. Por eso, a pesar de las dificultades, debilidades y omisiones que podamos tener, en Venezuela se está intentando crear otro espacio para la vida”, aseguró.

    Transformar

    En la fase actual del proceso revolucionario, Néstor Hugo Angulo advirtió sobre una de las alertas más profundas del pensamiento de Simón Rodríguez: “Los pueblos también pueden engañarse”.

    Angulo citó al también maestro Carlos Matos, quien distinguía entre administrar y transformar. “Él dijo lo siguiente: una cosa es administrar y otra cosa es transformar. Muchos compañeros nuestros que llegan a la alcaldía, que llegan a las gobernaciones, por lo general administran, pero no transforman. Por otro lado, el comandante Chávez es un ejemplo de lo que es la transformación: creó misiones, universidades, estrategias y planes de desarrollo con una visión de totalidad que abarcaba lo social, lo político, lo económico, lo territorial, lo cultural, la ciencia, la tecnología y el ambiente”, recordó.

    El investigador acentuó que ese horizonte se sintetiza en la propuesta del Estado comunal socialista, que Chávez consideraba vital. “Le dijo a nuestro presidente Nicolás Maduro que cuidara a la comuna con la vida misma”, evocó.

    Aseveró que la gran tarea la tiene el pueblo. “Solo el pueblo salva el pueblo. Y el pueblo tiene que tener autonomía, tiene que tener procesos de formación, consolidar la organización que tiene, debe ser un planificador colectivo y sobre todo lo que Chávez permanentemente nos enseñó: actuar para transformar la realidad”, reflexionó.

    Autonomía comunal

    En conversa con Nerliny Carucí, periodista y moderadora del programa “En clave comunal”, el investigador Néstor Hugo Angulo invitó a las comunas a rescatar el llamado de Simón Rodríguez a construir un nuevo modelo de economía, basado en lo colectivo, frente a la lógica capitalista, anclada en la propiedad privada.

    Para el educador popular, la estrategia está en avanzar hacia empresas de propiedad social y en activar los mecanismos de transferencia de competencias establecidos en el artículo 184 de la Constitución.

    “El comandante Chávez permanentemente exhortaba a los alcaldes y a los gobernadores a comenzar a construir con el pueblo otra lógica. Por ello, lo importante de que el pueblo tenga los niveles de organización, de formación, de planificación para verdaderamente actuar”, resaltó.

    Consideró que la autonomía comunal no se limita a lo económico. “Chávez, en actitud autocrítica, advertía que los consejos comunales y las comunas no son apéndices de los alcaldes, de los gobernadores ni del Partido. La Comuna tiene que tener autonomía, y autonomía no solamente es de recursos económicos, sino autonomía —que nos lo señalaba permanentemente Simón Rodríguez—, autonomía de pensar y de actuar”, precisó.

    Apuntó que “esa es la gran tarea que algunos consejos comunales y algunas comunas han iniciado. Pero también hay adversidades —no solamente exógenas, sino también internas—. Ahora bien, a medida que ese sujeto colectivo tenga mayor fuerza, mayor convicción, y sobre todo sepa que su recorrido lo lleva a través de un horizonte, de un sendero, no habrá —sin duda alguna— ni estructura interna ni sanción externa que impida construir esa nueva comunidad, ese nuevo Estado, esa nueva sociedad”, recalcó.

    Soberanía e independencia

    En el contexto actual de agresión imperialista, Néstor Hugo Angulo recurrió nuevamente al pensamiento de Simón Rodríguez para guiar el presente. “Los hombres están cansados de reyes, de congresos y de tutores. Quieren gobernarse. Quieren tener su propio autogobierno”, citó.

    Para Angulo, este llamado a la autodeterminación retumba tanto en la voz del pueblo como en el mensaje del presidente Nicolás Maduro. “Debemos estar conscientes del momento histórico que estamos viviendo. Para poder avanzar, y para poder profundizar en esta transformación del Estado y en el proceso revolucionario, tenemos que tener soberanía e independencia”, afirmó.

    ¡Comuna o nada!

    Para cerrar su participación en el programa “En clave comunal”, el educador popular Néstor Hugo reprodujo una frase de Eduardo Galeano que condensa el espíritu del reportaje: “Llegó el momento de que los dirigidos dirijan”.

    Para el investigador venezolano, ese momento es ahora, y los protagonistas son los pueblos históricamente expoliados y explotados, aquellos que han sido privados del sueño de vivir con dignidad. “Como dijo el comandante Chávez: Comuna o nada. El horizonte de una vida digna y de permanente transformación”, concluyó.

  • Clausuran 1er Encuentro Nacional Indígena Comunal en La Guaira

    Clausuran 1er Encuentro Nacional Indígena Comunal en La Guaira

    La Guaira, 31 de octubre de 2025.- Este viernes culminó en el estado La Guaira el 1er Encuentro Nacional Indígena Comunal con la participación de más de 200 delegados provenientes de 14 estados del país.

    El evento cerró con una jornada de reflexión y propuestas orientadas a fortalecer el vínculo entre los pueblos originarios y el modelo de Gobierno Comunal, con acompañamiento del Ministerio del Poder Popular para las Comunas, Movimientos Sociales y Agricultura Urbana y la Universidad Nacional de las Comunas (Unacom).

    Durante la clausura, Clara Vidal, ministra del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, destacó que el encuentro reunió a 81 instancias organizativas entre Comunas y Circuitos Comunales, representando a 105 comunidades indígenas.

    La Ministra señaló que, aunque el registro nacional supera las 450 organizaciones comunales, “las hoy presentes son parte fundamental. Aquí están los primeros voceros que traen esas necesidades e inquietudes desde sus territorios”. En ese sentido, anunció que la próxima tarea será avanzar hacia encuentros regionales comunales, reconociendo la diversidad cultural y territorial de los pueblos indígenas.

    El rector de la Universidad Nacional de las Comunas (Unacom), Jorge Arreaza, reivindicó el papel de los pueblos indígenas como base de la identidad nacional. “Ustedes, nuestros pueblos indígenas, son la esencia de la venezolanidad. Cuando se habla de Venezuela, cuando se habla de nuestra América ―desde Alaska hasta la Patagonia―, son los pueblos originarios quienes definen el sentido profundo de Nuestra América. En sus gestos, miradas y voces se sintetizan siglos de lucha y resistencia”, afirmó.

    Arreaza insistió en que esa resistencia debe ser permanente y transmitida a las nuevas generaciones, preservando idiomas, tradiciones y costumbres. “Si bien este país es multicultural e intercultural, si ustedes se perdieran de su origen, se perdería la patria completa de su origen ―y nos volverían a colonizar y a dominar―”, subrayó Arreaza.

    El viceministro para la Organización y Participación Comunal y Social del Ministerio para las Comunas y presidente de Fundacomunal, Ronald Sole, destacó el carácter esperanzador y colectivo del 1er Encuentro Nacional Indígena Comunal.

    “Cada vez que nos movemos, lo hacemos siempre esperanzados. Desde ese sentido, nos estamos moviendo para llevarnos un espíritu de solidaridad, de hermandad, de fortalecimiento, y para que entre todos podamos empezar a trabajar rutas en conjunto para avanzar. Yo creo que el primer elemento a reconocer en este encuentro es que es el resultado de la suma de muchas voluntades”, señaló.

    La diputada indígena Noelí Pocaterra recordó la figura del comandante Hugo Chávez como guía espiritual del proceso comunal indígena. “Yo siento que Chávez está aquí, porque yo sí creo en la espiritualidad. Chávez está aquí sentado, nos está observando y nos está escuchando”, expresó.

    La vocera de la Comuna Waichin Wapushiwaia, de la parroquia Guajira del estado Zulia, Liliana Fernández, destacó la participación de los pueblos Yupa, Añú, Barí y Japreria en el 1er Encuentro Nacional Indígena Comunal. Señaló que este espacio permitió sugerir soluciones concretas para fortalecer el desarrollo económico desde los territorios originarios. “Aquí se abre un nuevo capítulo en el área indígena, para que como poder originario
    podamos afianzar las siete transformaciones que propone el Gobierno nacional”, manifestó.

  • Comunera mirandina: El autogobierno comunal no se construye en reuniones, sino en la cotidianidad

    Comunera mirandina: El autogobierno comunal no se construye en reuniones, sino en la cotidianidad

    Caracas, 21 de octubre de 2025.- “Lo verdaderamente transformador de participar en una comuna es presenciar, paso a paso, cómo el pueblo construye colectivamente su gobierno y sus medios de producción, no solo en términos económicos, sino también en dimensiones culturales, deportivas y simbólicas que fortalecen el tejido comunitario”. Así lo manifestó Carovid Bello, responsable de la Sala de Autogobierno Comunal de la Comuna San Diego-Guatoporí, ubicada en la parroquia Cecilio Acosta del estado Miranda.

    En su intervención en el programa “En clave comunal”, la comunera destacó el protagonismo juvenil en las asambleas de la comuna. La experiencia comenzó con la conformación de equipos juveniles en cada uno de los 14 consejos comunales, integrando a jóvenes entre 15 y 35 años.

    Contó que los jóvenes del territorio elaboraron el llamado mapa de los sueños, una herramienta participativa que recoge los proyectos que imaginan para su comunidad. Con materiales propios y acompañamiento comunal, diseñaron un plano que articula deseos, espacios y propuestas concretas. Luego, priorizaron siete proyectos, difundieron sus ideas casa por casa y organizaron una jornada electoral con apoyo del ente comicial. Los dos proyectos más votados en la Consulta Popular Nacional de la Juventud fueron la construcción de una cancha deportiva y la creación de un núcleo universitario.

    “Lo que tratamos nosotros en la comuna es mantenerlos activos constantemente para que sepan cuál es su dinámica”, explicó Bello.

    En la Comuna San Diego-Guatoporí, la participación también se expresa en el ámbito deportivo y cultural. “Tenemos grupos culturales, las burriquitas, que también nacieron y se desarrollaron dentro de la comuna. Contamos con un grupo de baile de merengue, de abuelitos; tenemos grupos de fútbol ya bien consolidados, que han ido recientemente con el deporte comunal, que participan todos los años y están siempre activos. Entonces, esto refleja una transformación profunda, donde nuestros pobladores dejan de ser simples receptores para convertirse en actores políticos. Y aquí se incorporan los jóvenes, desde su propio destino, por supuesto”, expresó la responsable de la Sala de Autogobierno Comunal.

    Práctica comunal

    De acuerdo con Carovid Bello, el autogobierno comunal no se construye solo en reuniones o convocatorias, sino en la práctica cotidiana. “Para poder evaluar el trabajo realizado, tiene que haber una práctica”, afirmó.

    Comentó que la Comuna San Diego-Guatoporí mantiene vínculos formativos con instituciones como el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces). Platicó que recientemente culminaron un curso de herrería de cinco meses, facilitado por integrantes de la propia comunidad, y están iniciando un nuevo ciclo en carpintería. “Son personas de la misma comunidad que comparten sus conocimientos para que otros también aprendan”, explicó Bello.

    Para Carovid Bello, ser comunera es una experiencia profundamente transformadora. “Es lo máximo. Porque usted ve la transformación, la iniciativa, el entusiasmo. Aunque no todo es color de rosa: hay desafíos, tensiones, disputas. Pero todo se arregla a través del amor, del diálogo, del respeto, de la comunicación”, enfatizó.

    En cuanto a la gestión de conflictos, Carovid Bello explicó que el primer paso es siempre comunitario. “En la Sala de Autogobierno Comunal, lo primero que se procura es el diálogo y la búsqueda de soluciones. Pero cuando no se logra —porque algunas personas se enfocan a lo que desean escuchar o recibir— acudimos a los jueces de paz, que actúan como mediadores comunitarios. Los jueces de paz convocan a ambas partes y facilitan el entendimiento. Hasta ahora, todos los casos que se nos han presentado han sido resueltos con éxito a través de esta vía, sin necesidad de escalar a otras instancias”, indicó.

    Comunicación comunal

    En San Diego-Guatoporí, según la responsable de la Sala de Autogobierno Comunal de la Comuna, Carovid Bello, la comunicación comunitaria se construye desde el contacto directo, el cara a cara y las asambleas.

    Para la mirandina, la comunicación de persona a persona es más efectiva que la digital. “No es tan fácil el tema de la comunicación por las redes (sociales digitales). Es mucho más fácil para nosotros la comunicación en persona”, reafirmó.

    Subrayó que desde el año pasado, gracias al impulso de los comités de telecomunicación de la comuna, se ha logrado ampliar el acceso a internet en el territorio. Aunque no toda la población está conectada, una parte significativa ya cuenta con servicio.

    Sobre los riesgos de la guerra cognitiva, Carovid Bello, agente tecnológica de la Fundación Bolivariana de Informática y Telemática, dijo que desde este espacio se han facilitado talleres sobre ciberseguridad, delitos informáticos y control del uso de redes sociales digitales.

    “Uno de los talleres aborda precisamente la situación de las redes digitales: los abusos, los riesgos asociados a ciertos juegos —esos juegos terribles que inducen a los muchachos a ocultar información a sus seres queridos—, así como los maltratos psicológicos que pueden resultar del uso descontrolado de estas redes”, alertó.

    Vida comunal

    Para Carovid Bello, “la Comuna ha sido concebida como el núcleo fundamental para la construcción de un Estado comunal”, afirmó.

    La comunera mirandina aseguró que, aunque las comunas fueron creadas por iniciativa del comandante Hugo Chávez, su consolidación responde a la voluntad organizativa del Poder Popular. En ese sentido, resaltó que la vida en comunidad no es solo una forma de convivencia, sino una apuesta por construir instancias políticas desde abajo.

    Dijo que hoy, con la entrada en vigencia de la nueva Ley Orgánica de las Comunas y el Plan de la Patria de las Siete Transformaciones, la estructura organizativa ha cambiado.

    “Ahora nos estructuramos por cada transformación; la primera es la económica, que abarca todos los criterios productivos de los consejos comunales. A diferencia de la ley anterior, ya no se elige un vocero ejecutivo en segundo grado, sino que cada vocero asume responsabilidades específicas. El vocero de economía, por ejemplo, articula iniciativas productivas, agricultura, bodegas y abastos. Su tarea es planificar para avanzar hacia la autosostenibilidad comunal”, detalló.

    Economía comunal

    La primera transformación que orienta el trabajo comunal en San Diego-Guatoporí es la económica. Según Carovid Bello, esta transformación implica empoderarse colectivamente de los procesos productivos mediante planificación territorial.

    A partir de experiencias —como el casa por casa y el mapeo con cartografía social— se identifican las potencialidades locales: agricultores, artesanos, costureros. “Los reunimos y buscamos la legalidad de esa organización a través de unidades de producción”, explicó.

    La comunera manifestó que uno de los proyectos aprobados en la Primera Consulta Popular Nacional en 2024 fue la construcción de un abasto comunal. Allí, cada quiosco representa a uno o varios consejos comunales, y todos están vinculados a iniciativas productivas locales. “Estamos tratando de hacer un arte de iniciativas productivas”, señaló Bello.

    En el debate reciente en la Comuna San Diego-Guatoporí sobre economía comunal, se planteó la necesidad de avanzar hacia la autosustentabilidad. La comuna cuenta con 68 agricultores y ha solicitado un predio con tierras al Ministerio de Agricultura y Tierras. Además de la tierra, el espacio incluye balcones que podrían enfocarse en la producción de proteínas. “Lo primero que tenemos que garantizar es la comida del pueblo”, afirmó Carovid Bello.

    Convocar desde el ejemplo

    Para Carovid Bello, el deseo de comuna no se transmite con argumentos, sino con hechos. “Demostrar con hechos lo que se hace, hacerlo con amor y compartirlo con los brazos abiertos a todos y a todas”, expresó.

    La mirandina convocó a la organización popular como única vía para transformar la realidad: “Así como nosotros estamos trabajando arduamente para esto, también con mucho disfrute, ustedes también lo pueden hacer”.

    Argumentó que para alcanzar el Estado comunal, es necesario construir desde abajo, con vocación colectiva y compromiso territorial. “La única forma de poder hacer cambios sustanciales es a través de la organización. Los invito a organizarse”, concluyó.

  • Unacom recibe a sus estudiantes en inicio de clases

    Unacom recibe a sus estudiantes en inicio de clases

    Carabobo, 24 de octubre de 2025.- Como parte del inicio oficial de las actividades formativas de la Universidad Nacional de las Comunas (Unacom), este viernes se realizó la jornada de bienvenida en el campus de Tocuyito, estado Carabobo, con la participación de 16 comunas del municipio Libertador y de estudiantes que se incorporan al proceso territorial de aprendizaje impulsado por esta casa de estudios.

    Durante la jornada, el rector Jorge Arreaza realizó un recorrido por los espacios del campus para saludar personalmente a las estudiantes y los estudiantes de la primera cohorte.

    Kelly Pacheco, vicerrectora para la Democracia y la Sociedad Comunal, destacó que la decisión de cada estudiante por participar en este proceso representa un compromiso por el nuevo Estado comunal. “Implica su convicción, implica su valor, implica su visión del nuevo Estado comunal”, dijo.

    Pacheco señaló, además, que el ingreso a la Unacom expresa el inicio de un proceso de transformación profunda en cada territorio. Retomó palabras del rector Jorge Arreaza, quien expresó que “no estamos en una victoria que ya coronamos, estamos dando el primer paso para muchas de las conquistas que tendremos en nuestros territorios”, citó.

    La Vicerrectora reivindicó la singularidad de la Unacom como institución comprometida con la justicia social. “No es como cualquier universidad. Es una universidad que cree en la toparquía, que es el Gobierno de los iguales”, apuntó.

    Óscar Orsini, alcalde del municipio Libertador del estado Carabobo, reivindicó el inicio de clases en la Unacom como expresión del pensamiento robinsoniano. Señaló que el invento no es improvisación, sino “la búsqueda del conocimiento permanente, territorial, que nos va emancipando”.

    Nerio Vargas, director del campus de la Unacom en Tocuyito, celebró el carácter histórico del inicio de clases y el compromiso de esta primera cohorte. “Ustedes (estudiantes) imprimieron hoy un inicio, una historia; en unos meses o años vamos a ver al profesional de ingeniería en arquitectura o ingeniería informática transformando su comunidad”, afirmó.

    Ciro Rodríguez, director territorial de la Unacom, calificó a esta casa de formación como un puente entre el conocimiento y la comunidad. “Ustedes van a ser el vínculo entre la universidad y la comunidad”, manifestó, dirigiéndose a las estudiantes y los estudiantes. El Director señaló que en esta casa de estudios convergen jóvenes bachilleres y personas mayores de 60 o 70 años, en un proceso de aprendizaje mutuo.

    Hablan los estudiantes

    Elen Muñoz, de la Comuna La Victoria y estudiante de Ingeniería en Informática de la Unacom, destacó el valor transformador del inicio de clases en esta casa de estudios. “Hoy con la Unacom se nos presenta una oportunidad para formarnos y ayudar a nuestra comunidad en las necesidades básicas”, expresó.

    Franyerlin Ramírez, de la Comuna Julián Mellado y estudiante de Administración, valoró positivamente las condiciones del campus en Tocuyito durante su primer día de clases. Expuso que la formación en la Unacom es una oportunidad para contribuir directamente a la mejora de su comunidad.